II Concurso de Microrrelatos
«Lenteja de Tierra de Campos«
FINALISTA
Microrrelato
MARKETING
Sostenido en precario sobre una escalera de mano, el alcalde arrojó el último puñado de pepitas en la tolva de acero inoxidable. Las doradas menudencias de oro se mezclaron con toneladas de lentejas antes de ser envasadas. Como se predijo, la estrategia publicitaria disparó las ventas de esta legumbre. Hubo casos de dientes mellados, pero en general la iniciativa se recibió con entusiasmo: las abuelas retomaron la costumbre de inspeccionar pacientemente cada ejemplar, y las autoridades sanitarias se vieron obligadas a crear la etiqueta «comer oro no es perjudicial para la salud». Pero pronto aparecieron los ventajistas que llevaban detectores de metales, provocando tumultos en los supermercados. Entonces a alguien se le ocurrió adherir discretamente un fino hilo de acero a los paquetes, de forma que alterara cualquier intento de escrutinio espurio. De nuevo las ventas aumentaron. Pero la bonanza fue momentánea, porque cuando la frustración de los clientes alcanzó el límite estallaron disturbios en las principales ciudades. El malestar se trasladó a la Bolsa, donde el valor del oro se tambaleó hasta alcanzar mínimos históricos. La gente se apresuró a vender sus joyas al peso, cambiándolas por la divisa americana o bien por paquetes de lentejas de estraperlo.
FRANCISCO JAVIER RUIZ URRACA
La Carrera (Asturias)