SEGUNDO PREMIO Se me acumulan las lentejas desde que confesé a la vecina, que echo de menos los guisos de mi madre. Se ha erigido en paladina legumbrera y cada día me toca el timbre con un táper lleno entre sus manos ajadas. Le digo que no debería molestarse y le devuelvo los recipientes vacíos. Ella permanece en el vestíbulo, como si no se atreviera a seguirme hasta la cocina. En realidad, se queda mirando la foto de mi padre colgada en la pared. Los ojos se le nublan. Cómo te le pareces, dice. Y yo empiezo a entender por qué papá nunca quería comer lentejas en casa. Patricia Collado González, Alcobendas (Madrid) Escucha el Microrrelato Narrado por David Sentinella Comparte esto:Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)