Entró en el aula, mostró a los jóvenes cocineros una pardina y dijo: toda la historia de la humanidad cabe en esta lenteja.
Los alumnos, perplejos, escucharon.
En esta pequeña lenteja está el hambre, la oscuridad y el fuego, el primer agricultor arañando la tierra, la abundancia del grano, el tiempo y sus ciclos, la vida y la muerte, las grandes civilizaciones, el Éufrates, la rueda y el carro, el Nilo y Osiris desmembrado, arroz y esclavos, fenicios y griegos, sabios y héroes, Alejandro Magno, el audaz; la ruta, el descubrimiento, la India, el aroma y el color de las especias, el imperio, el Mare Nostrum, Ceres proveedora, el pan y la sal, las habas y las lentejas de la abundancia, el Dios de Abraham y las lentejas de Esaú, la traición, la vergüenza y el destierro, un Nuevo Mundo en la mesa: cacao, chiles, tomates; hambre y maíz, papas y lentejas, la avaricia, la conquista, las negras lentejas de Negrín, sucias las manos de fratricidas guerras, la espalda encorvada del agostero, el sol, la sed, la tierra yerma, el futuro..
El plato de hoy se llama Esencia: pichón en dos cocciones con lentejas de Tierra de Campos.
Autora: Inés Butrón Parra, de Tiana (Barcelona)